Si te encantaría tener tu cocina como las que salen en las revistas, este post sobre cómo limpiar la vitrocerámica es para ti. Limpiar la vitrocerámica debería ser una tarea diaria, pues una cocina sucia no es solo foco de malos olores, sino también un imán para atraer bichos e insectos. Este elemento es el protagonista indiscutible de la cocina y cada vez somos más las familias que apostamos por ella, ya que es una de las opciones más segura y sostenibles del mercado actual. Eso sí, requiere de forma indispensable un mantenimiento continuo que a veces se nos olvida darle, lo que puede crear manchas difíciles de eliminar de forma rápida. Salpicaduras de aceite, restos de comida, así como quemaduras hacen que nuestra cocina luzca descuidada y no incite a trabajar en ella.

Saber cómo limpiar la vitrocerámica adecuadamente es fundamental y no basta con higienizarla de forma continua, tan solo con hacerlo con los productos adecuados. Por ello, para este truco solo necesitarás nuestro quitagrasas concentrado de siempre, que hará que desincrustar la grasa con la mitad de esfuerzo no sea misión imposible. Gracias a su fórmula mejorada, además de cundir el doble, hará que ahorrarás tiempo y dinero dejando tu cocina como los chorros del oro. A todo esto se le suma su múltiples usos, ya que además de ser ideal para la limpieza de la vitrocerámica, es perfecta para la higiene de la cocina y del hogar al completo, incluidos productos textiles. Tan solo debes echar un chorrito en el cajón de la lavadora o directamente pulverizando sobre la prenda, ¡quedará como nueva! Sin duda, todo un todoterreno en la limpieza a un precio más que económico.

Desde Agerul te proporcionamos unos consejos para sacar el máximo partido a la limpieza de tu vitrocerámica.

Cómo limpiar la vitrocerámica con Agerul Quitagrasas Concentrado

1. Puede usarse puro o bien diluido en agua. Si optas por la primera opción, recomendamos la utilización de guantes.
2. Con la vitrocerámica despejada y a temperatura ambiente, pulveriza toda la placa y deja reposar por varios minutos en función del nivel de suciedad. Eso sí, evita que el tiempo supere los 5 minutos.
3. Una vez que veas que el desengrasante empieza a actuar, pasa un trapo húmedo y seca con una servilleta o paño de microfibra para evitar rayones.
4. ¡Y listo! Tu vitrocerámica quedará como nueva y lista para volver a usarse con nuevas recetas.

Y para aquellos que además de una vitrocerámica reluciente desean un toque extra de suavidad en sus manos, el quitagrasas con aloe vera de Agerul. Misma eficacia y versatilidad, pero sin necesidad de usar guantes. Su fórmula está pensada para conseguir el máximo cuidado para la piel.